La industria solar en México está experimentando un crecimiento sin precedentes, respaldada por una combinación única de condiciones favorables y una visión progresista en el ámbito energético. Según el Reporte de Avances de Energías Limpias, parte del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN), la generación de energía a través de energía fotovoltaica aumentó un impactante 533% de 2018 a 2022.
El Informe Renovables 2022 de la Agencia Internacional de Energía (AIE) destaca que México posee uno de los mayores potenciales para la generación de electricidad mediante energía fotovoltaica, gracias a su irradiación media anual de 6.36 kWh/m2 por día. Al cierre del primer semestre de 2023, la capacidad total instalada de energía solar en México alcanzó los 2,955 MW, con más de 367,000 contratos de interconexión, según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Estos datos respaldan los ambiciosos objetivos de energía renovable del país, que apunta a alcanzar el 35% para 2024 y el 50% para 2050, en su reporte Mexico Solar Energy Market. En este contexto, se han lanzado varias opciones para que las empresas e individuos puedan acceder a los paneles solares, reconociendo la importancia de facilitar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.
Alternativas financieras para energía solar empresarial
Una de las claves para lograr el crecimiento en energías limpias es el financiamiento. En este sentido, diversas empresas exploran modelos que simplifican la adopción de sistemas fotovoltaicos, abarcando desde la inversión directa hasta esquemas de arrendamiento y contratos de compra-venta de energía, conocidos como PPAs.
Una opción destacada en este panorama es una iniciativa que se enfoca en el financiamiento de energía solar: Finsolar; esta startup proporciona soluciones que eliminan la necesidad de inversiones iniciales. Actualmente algunas empresas han optado por su modelo experimentando impactos positivos notables. Solo en 2023, sus clientes lograron reducir conjuntamente más de 10,000 toneladas de CO2, marcando una contribución significativa en la lucha contra el cambio climático y respaldando la transición hacia una economía baja en carbono.
La propuesta para empresas se despliega en dos vertientes. Por un lado, se ofrece una solución para aquellas que desean invertir en energía verde pero enfrentan limitaciones en la disponibilidad de espacio para instalar paneles solares en su totalidad. Por otro lado, se brinda una opción dirigida a compañías que buscan reducir costos y aumentar la incorporación de energía renovable en sus operaciones.
Esta iniciativa también se dirige específicamente a empresas medianas con un alto consumo de energía, ofreciéndoles oportunidades para ahorrar dinero y optimizar impuestos. Ambas alternativas presentan tasas internas de retorno superiores al 20%, eliminando la barrera de inversión inicial y convirtiendo la transición a la energía solar en una decisión financiera atractiva y sostenible.
Sectores clave para la adopción de energía solar
Según datos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), los sectores con mayor demanda de energía a nivel nacional incluyen la pequeña y mediana industria (36.6%), el sector residencial (27.4%) y las grandes empresas (20%). Esta distribución refleja la necesidad urgente de implementar soluciones de energía solar en sectores clave de la economía mexicana.
Ian de la Garza, CEO de Finsolar, resalta que específicamente “los sectores de manufactura, empresas de retail, y servicios de hospitalidad son los más necesitados de adopción de energía solar, ya que buscan reducir costos operativos y disminuir sus emisiones de CO2.”
El crecimiento de esta necesidad en el país se ha visto reflejado en el aumento del 60% en la facturación de la startup durante 2023, que según sus directivos esperan duplicar este año, especialmente en el norte del país al ser una zona que ofrece condiciones óptimas de irradiación solar.
Con un crecimiento proyectado tanto a nivel nacional como global e impulsada por condiciones favorables y avances tecnológicos, el futuro de la energía solar en México se muestra prometedor, ofreciendo amplias oportunidades para avanzar en el desarrollo sostenible y abordar de manera efectiva el desafío del cambio climático.