Por Ivette Estrada
Descenso del poder adquisitivo e incertidumbre financiera repercute en la disminución de la actividad sexual.
El estrés generado por la falta de ingresos para cubrir gastos básicos, presión por las deudas acumuladas, incertidumbre laboral o la incapacidad de ahorrar para el futuro no sólo incide en la salud sino que repercute negativamente a nivel social por enfermedades mentales, dificultades familiares, menores oportunidades de educación, impacto en la productividad laboral… pero también marca de manera significativa el comportamiento sexual.
Gleeden, aplicación líder de encuentros extraconyugales en LATAM, dice que una crisis económica puede afectar de manera importante el deseo sexual de los mexicanos.
Un hallazgo significativo de la encuesta fue que el 45% de los participantes menciona una disminución en su deseo sexual en medio de una crisis económica. La preocupación constante por los problemas financieros, el estrés y la incertidumbre económica contribuyen a las peleas en pareja y en la disminución de la libido.
Asimismo, el 60% de los encuestados señala que pasa por una crisis económica actual tiene un impacto negativo en su vida amorosa, principalmente a la hora de conocer gente nueva.
El aumento de precios limita la capacidad para disfrutar de actividades recreativas fuera de casa, pero el verdadero problema es su disminución de energía y disposición para generar una actividad sexual o romántica.
Silvia Rubies, directora de Comunicación de Gleeden en Latinoamérica, dice que «la correlación entre la crisis económica y la actividad sexual es un tema interesante que merece una mayor atención. Lógicamente hay muchísimos factores que pueden hacer que la sexualidad se estanque, como problemas en la relación, monotonía y ausencia de espacios de intimidad. Asimismo, el factor económico que repercute en el disfrute sexual y en la capacidad de encontrar momentos de conexión íntima.
Al mismo tiempo, se detecta otra perniciosa tendencia: el estrés financiero se relaciona con un menor disfrute del arte. La capacidad natural de apreciar la pintura, música, arquitectura. literatura y danza bajan sensiblemente ante la preocupación pecuniaria.
Aún así el arte genera dopaminas u hormonas del placer, las mismas que están asociadas a la cercanía que nos produce una persona amada.
El arte social podría ser una solución para paliar los efectos adversos de la crisis económica y disminuir los estragos de una economía recesiva, dado que la creatividad y el arte son reconocidos como una vía para el bienestar emocional. La creación artística, asimismo, no solo proporciona un sentido de logro personal, sino que también puede generar un medio para expresar emociones difíciles de expresar de otra manera.
En algunos casos, el arte incluso puede utilizarse como terapia al proporcionar un espacio seguro para que las personas expresen sus sentimientos y lidien con problemas emocionales. Pero en cualquier caso, la sexualidad no debe proscribirse de nuestra vida.