El exmandatario estadounidense Donald Trump pidió este lunes a la justicia de Nueva York que aplace al menos un mes su juicio penal por un caso de pagos a una exactriz porno, hasta que la Corte Suprema se pronuncie sobre su reclamación de inmunidad presidencial.
Trump, de 77 años y candidato republicano a la presidencia, tiene previsto ir a juicio en Manhattan el 25 de marzo acusado de falsificar registros comerciales.
Los abogados del magnate invocan el argumento de que goza de inmunidad penal por ser exmandatario del país, un asunto que será debatido por la Corte Suprema federal en Washington a partir del 25 de abril.
Según un documento judicial fechado el 7 de marzo y hecho público este lunes por la Corte Suprema del estado de Nueva York, la defensa asegura que ese “tribunal debería aplazar el juicio a la espera de que la Corte Suprema (federal) revise el alcance de la doctrina de la inmunidad presidencial“.
El pasado 6 de marzo, el máximo tribunal estadounidense fijó el 25 de abril como fecha para que sus nueve magistrados debatan sobre la inmunidad penal reclamada por Trump en su calidad de exmandatario (2017-2021), tras retomar esa discusión el 28 de febrero, ocho meses antes de las elecciones presidenciales.
El candidato, sobre el que pesan cuatro procesos penales, busca a través de diversos recursos que su juicio se celebre lo más tarde posible, en cualquier caso después de los comicios del 5 de noviembre.
Trump deberá comparecer ante un tribunal de Nueva York el 25 de marzo, la primera vez para un expresidente estadounidense, por unos pagos a la exestrella de la pornografía Stormy Daniels.
El fiscal de Nueva York Alvin Bragg lo acusa de 34 cargos de fraude contable que pueden ser castigados con hasta cuatro años de cárcel si es declarado culpable.
Sin embargo, la justicia podría imponerle una pena alternativa y no enviarlo a prisión.
Trump, que se declara inocente, está acusado de falsear la contabilidad de su imperio inmobiliario Trump Organization para ocultar 130 mil dólares pagados a Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, justo antes de las presidenciales de 2016.
Según la acusación, ella tuvo que guardar silencio sobre una supuesta relación sexual con el magnate en 2006, cuando ya estaba casado con Melania Trump, que el exmandatario niega.